Un blog

Otra jornada normal, o como yo le digo: Supports-surface’, sartén en mano, Kleenex en los bolsillos.
Hay un vendedor medio/horario que se hace el Timothée Chalamet, con ese corte de pelo que seguramente se lo hizo un compañero de la pensión. Esa pose no llega al jueves, el peso de la gorrita bajará silenciosamente sus pretensiones. There is no alternative, dije cuando lo vi entrar, aunque este ni sabe de M. Thatcher y mucho menos del blog de Mark Fisher.
Hace tres días que almorzamos un día si un día no, para evitar sobreexposición en el búnker, por lo cual volvimos a comer la manzana en la vereda. 
Mis comunicados en la cartelería del hervidero son un éxito, los novatos dicen que debería escribir un libro, mienten descaradamente ¿Qué buscan mintiéndome? Todos tenemos un plan secreto. Hubo un tiempo que estuve pensando en crear un blog, pero no tengo tiempo.
Además, estoy bastante en desacuerdo con eso del “guionista de Dios”, ser guionista es vivir con una silla Windsor adosada al cuerpo, en todo caso Dios sería el productor, porque siempre le gustó el oro y el diezmo.