No lugares

¡Inspección laboral, todos al parking!
Abro paréntesis: los especímenes promedio del hervidero no saben lo que significa seguridad social, cierro paréntesis. De todas formas, hay histeria bajando la empinada escalera.
Es un parking robotizado, tiene una capacidad total para 120 vehículos con un sistema de inteligencia artificial, explica la cartelería.
Uno de los vendedores propuso ponerse a rezar en ronda, tomados de la mano, pero las miradas fueron como una cachetada de gladiador con mano de acero.
Hay que ver el lado positivo de este berenjenal, el aire del estacionamiento es mucho más puro, y ni hablar de la adrenalina que despierta pensar en una posible combinación de aceite, fuego y combustible.
Pasadas las horas, se abrió el ascensor principal y salió uno de los señores del equipo interventor, que “casualmente” tiene su auto aparcado detrás de la cocina improvisada.
Todos quedamos en modo tableau vivant.
Hubo conversaciones varias entre el señor jefe y el gorila de lentes, que terminaron en carcajadas y una felicidad sospechosa del fiscalizador.

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