Presentismo, el último ismo
Miércoles. Con los ojos bien abiertos, como dice Julian Barnes (y Julian no se equivoca nunca).
Mucha ansiedad en el ambiente por salir a comer la manzana en la vereda.
Resulta que anda medio mundo con el asunto de una súper luna, es la última del siglo o algo así. Tengo escasos datos, hoy no veo los portales de noticias, hoy no tengo tiempo. En serio.
Celulares arriba, apunten, ¡fotos!
Cielo estrellado, caras sonrientes con ojos enormes, manitos haciendo la V, frases de esperanza y muchos filtros de IG para intentar disimular la precariedad laboral. “Hoy es el primer día del resto de tu vida” y frases por el estilo. Cringe.
De regreso a la rutina todas las miradas apuntan a Ernesto 404, lo pusieron a empaquetar, por miedo a un desmayo con pasaje al más allá. Hace un par de domingos que se pegó un chumbo, ahora trabaja con la cabeza vendada. El día de descanso debe asistir a la coordinadora de psicología laboral. Se esperan resultados alentadores en pocos meses.
Miércoles. Con los ojos bien abiertos, como dice Julian Barnes (y Julian no se equivoca nunca).
Mucha ansiedad en el ambiente por salir a comer la manzana en la vereda.
Resulta que anda medio mundo con el asunto de una súper luna, es la última del siglo o algo así. Tengo escasos datos, hoy no veo los portales de noticias, hoy no tengo tiempo. En serio.
Celulares arriba, apunten, ¡fotos!
Cielo estrellado, caras sonrientes con ojos enormes, manitos haciendo la V, frases de esperanza y muchos filtros de IG para intentar disimular la precariedad laboral. “Hoy es el primer día del resto de tu vida” y frases por el estilo. Cringe.
De regreso a la rutina todas las miradas apuntan a Ernesto 404, lo pusieron a empaquetar, por miedo a un desmayo con pasaje al más allá. Hace un par de domingos que se pegó un chumbo, ahora trabaja con la cabeza vendada. El día de descanso debe asistir a la coordinadora de psicología laboral. Se esperan resultados alentadores en pocos meses.
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