Próximamente
Soñé que estaba en La Habana.
Caminaba medio boleado, con zapatos recién lustrados, preguntando ¿where is Che? y las personas me contestaban en euskera, indicándome con la mano el final de una calle.
Acá tengo un bache mental, disculpen.
Llegando a la Plaza de la Revolución me chistaba una señora vendiendo pastelitos de guayaba, carísimos. En el lado oeste había una doble fila para el dentista, también pude ver un chimpancé durmiendo sobre un carro de supermercado destartalado (esta parte del sueño me parece un cliché) y sobre los muros del Memorial José Martí había un cartel que decía PróximaMente
Me despertó la alarma del celular, salí del baño baboso y con la mejilla marcada por el mingitorio. Caminé rápidamente hasta mi puesto, para que el señor jefe no notara mi demora.
Me puse a fritar como si nada. La sonrisa siempre.
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