Gracias a la tecnología
«El show debe continuar», una frase que seguramente el circuito de Broadway tomó de nuestra sucursal abierta 24/7. De todas formas, acá nadie muere, bueno a veces pasan cositas, pero al menos los clientes ni se enteran. Los difuntos brillan por su ausencia. ¡que no decaiga!
♬ I'm a survivor, I'm not gonna give up, I'm not gon' stop, I'm gonna work harder, I'm a survivor ♬ suena Destiny's Child en otra estupenda noche en el Salón Principal.
¡Llegaron las Eufy para solucionarte la vida! Una nueva alianza con la empresa de tecnología del momento y una sutil campaña de marketing han convencido a la clientela que sacarle fotos a una aspiradora negra, chata y redonda, del tamaño de un plato, corriendo sin ningún tipo de control humano por la sucursal sea algo divertido y digno de ser compartido en historias de Instagram.
Todo un suceso (se escuchan carcajadas desde la administración)
Desde el búnker todos miramos cómplices en silencio, no queda alternativa, porque sabemos que no es otra cosa que una aspira-cucarachas.
Blatodeos que nos invadieron hace dos semanas luego del temporal tropical más feroz de la década, haciendo nido en el mostrador de venta al público. Y es la segunda Eufy, la primera se taponó enseguida por la cantidad de bichos y se recalentó despidiéndose con un pequeño lamento y olor a fósil achicharrado. Nada que Glade no pueda solucionar rápidamente.
«El show debe continuar», una frase que seguramente el circuito de Broadway tomó de nuestra sucursal abierta 24/7. De todas formas, acá nadie muere, bueno a veces pasan cositas, pero al menos los clientes ni se enteran. Los difuntos brillan por su ausencia. ¡que no decaiga!
♬ I'm a survivor, I'm not gonna give up, I'm not gon' stop, I'm gonna work harder, I'm a survivor ♬ suena Destiny's Child en otra estupenda noche en el Salón Principal.
¡Llegaron las Eufy para solucionarte la vida! Una nueva alianza con la empresa de tecnología del momento y una sutil campaña de marketing han convencido a la clientela que sacarle fotos a una aspiradora negra, chata y redonda, del tamaño de un plato, corriendo sin ningún tipo de control humano por la sucursal sea algo divertido y digno de ser compartido en historias de Instagram.
Todo un suceso (se escuchan carcajadas desde la administración)
Desde el búnker todos miramos cómplices en silencio, no queda alternativa, porque sabemos que no es otra cosa que una aspira-cucarachas.
Blatodeos que nos invadieron hace dos semanas luego del temporal tropical más feroz de la década, haciendo nido en el mostrador de venta al público. Y es la segunda Eufy, la primera se taponó enseguida por la cantidad de bichos y se recalentó despidiéndose con un pequeño lamento y olor a fósil achicharrado. Nada que Glade no pueda solucionar rápidamente.
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